Cuando facilitamos una conversación, salvo unos breves minutos iniciales, nuestro trabajo se enfoca en "soltar y confiar". Una vez que hemos explicado el proceso a las personas, nos desapegamos del resultado y confiamos en ambos: personas y proceso. Esto nunca representó un problema, y así, los resultados obtenidos son siempre el logro de las personas involucradas… y en ningún caso nuestro. No se trata de modestia, sino del reconocimiento hacia quienes "transpiran" y contribuyen a la conversación.
Conversar es un proceso simple: una vez que todos comprendieron los lineamientos básicos para alcanzar el propósito, nuestro trabajo de facilitación se basa en "estar auténticamente presentes… y totalmente invisibles". No porque queramos, sino porque el compromiso y la pasión de la gente sobre el tema es tal… que no nos ven! Todos se auto-gestionan, se sumergen en la conversación y únicamente salen... cuando sienten que el trabajo fue hecho. Este "alto desempeño" da envidia a más de un manager!

Pero nuestro trabajo de facilitadores no termina cuando el grupo alcanzó la tarea. Ahora es el tiempo de la "cosecha"; el momento donde el proceso se hace tangible. Aquí también nuestra labor es "hacer más fácil". Cosechar la riqueza generada en una conversación es un momento único y debe hacerse de manera cuidadosa. No deseamos perder nada de todo lo que se ha logrado.
Desde este lugar, faciltamos conversaciones:
- en Eventos (ej, para compartir conocimiento entre participantes, al final de una "conferencia marco")
- en Empresas (ej: para conocer estilos y crear comunidad, luego de una fusión)
- en equipos (ej: para desarrollar productos entre I&D y potenciales clientes)
- ONG's (para establecer objetivos durante los próximos 5 años)
- Organizaciones gubernamentales (para seleccionar diferentes proyectos comunitarios)
- en Organizaciones de vecinos (para buscar soluciones conjuntas a problemas comunes)
- entre profesionales (para compartir conocimiento, integrando sectores no profesionales
- etc, etc, etc…

Con esta pequeña idea, nació nuestro gran proyecto y visión que es América Conversa: miles de "Encuentros para conversar" (simultáneos o no) en diferentes ciudades de Latinoamérica. Los encuentros de diálogo América Conversa son convocados por diferentes facilitadores, que estamos permanentemente conectadas y compartimos nuestras experiencias, para mejorar nuestras maneras de facilitar y de adaptar cada metodología a las culturas locales, sumando sus saberes. Esta es una visión que busca impulsar una verdadera Cultura de Diálogo, inclusiva y participativa, en toda Latinoamérica. Pensando global, pero actuando localmente.
Los Encuentros para conversar de cada lugar, son las células de un nuevo "sistema viviente" que está emergiendo, más participativo, inclusivo, colaborativo, democrático y generador de comunidades/organizaciones que sostienen la vida. Las conversaciones son el torrente sanguíneo de ese sistema, que llevará los nutrientes a cada lugar por donde pase. Las conversaciones importan… y mucho!